La industria de las centrales eléctricas es una planta que convierte diversas energías primarias presentes en la naturaleza en energía eléctrica (energía secundaria). A finales del siglo XIX, ante el aumento de la demanda de electricidad, se comenzó a proponer la idea de establecer un centro de producción de energía. Con el desarrollo de la tecnología de fabricación de motores, la expansión del espectro de aplicaciones de la energía eléctrica y el rápido aumento de la demanda de electricidad en la producción, también surgieron las centrales eléctricas. Las centrales eléctricas generan electricidad de diversas maneras: las centrales térmicas se denominan centrales termoeléctricas, las centrales hidroeléctricas se denominan centrales hidroeléctricas, y algunas centrales eléctricas dependen de la energía solar (fotovoltaica), eólica y maremotriz para generar electricidad. Las centrales nucleares que utilizan combustible nuclear como fuente de energía están desempeñando un papel cada vez mayor en muchos países del mundo.